Otra borrascosa Feria del Libro de Madrid sin nuestra presencia
Tras la resaca de la Feria del Libro de Madrid 2024 y tras haber faltado, un año más, a su cita, me he decidido a escribir estas líneas por varias razones. La primera, la más obvia, es para comunicar, si no lo sospechabais ya, que nuestra presencia en estos eventos va a ser una odisea a partir de ahora. Me va a resultar muy difícil asistir a esos actos si no se planean muy bien y voy «a tiro hecho». Dada nuestra experiencia previa, esta premisa es casi una utopía.
Por esta razón, no escribí nada a cerca de la 83.ª edición de la feria. Solo faltaría, como ha pasado este año en dos ocasiones, que tuviéramos cerrada una firma y nos chaparan la caseta por el mal tiempo. Con nuestra suerte, fijo que nos toca. Me gusta mantener informados a nuestros ciclofans, pero mi actual trabajo (sí, he encontrado algo de lo mío), me reduce el tiempo y tengo que priorizar. Como ya dije, estoy solo en este barco desde hace algún tiempo.
No es la primera vez que nos llueve en la Feria del Libro de Madrid, ni que cierran por lluvia
Si dejamos a un lado las alertas naranjas de la AEMET, y hablando desde la distancia, tampoco es que tengamos mano con alguna librería de las que montan caseta en El Retiro. Todo el asunto de la pandemia nos hizo alejarnos de ese mundo y ahora es difícil recuperar los contactos desde nuestra posición actual. Sinceramente, os confieso, que yo no lo veo claro. Si me pongo con la calculadora y hago números, las cuentas no salen. Quizá, en otro momento, os cuente lo que ya he hecho, en varias ocasiones, por redes sociales, pero hoy no es ese día.
Termino la entrada despidiéndome hasta septiembre (o más allá, depende del tiempo libre que me dejen). A no ser que haya algo muy gordo, que no lo descarto, este será el último artículo hasta después de vacaciones. Voy a ver si saco un rato para hacer un par de cosas en Cultura y poco más. ¡Feliz verano, ciclofans!
Qué pena.